Ir al contenido principal

Un triste Planeta


Qué tristeza me produce esta imagen. Tanta tristeza ahora, al terminar de leer "Riña de gatos", como ilusión me embargó en el momento de conocer el veredicto. No diré nada nuevo. Nadie se escandalizará (incluso a algunos les parecerá bien...) porque es un secreto a voces. Qué se puede esperar de personajes como los que aparecen en la foto... Pero me indigna que hayan utilizado a uno de mis autores españoles de cabecera ("El misterio de la cripta embrujada", "La ciudad de los prodigios" y tantos otros) para una maniobra comercial tan lamentable. Le han pedido que escriba un libro y le han dado un premio por ello. Pues muy bien. Felicidades...

Centrándonos en la novela, que retrata el inicio de la Guerra Civil, me ha parecido demasiado blanca y demasiado artificial, además de que escasea el característico humor de Mendoza. Los personajes son estereotipos, destacando el protagonista, un Anthony Whitelands (infausto nombre...) con escasísimo carisma, que se pasa el día en los bares, y si no plantado frente a un cuadro perdiendo el tiempo con reflexiones que poco aportan (al lector, me refiero). Los cameos de Azaña, Franco y demás, mera anécdota, muy lejos de lo que me imaginaba.

Se lee fácil, sí. Pero se olvida aún más fácilmente. Olvidable es su adjetivo, y eso para un libro de Mendoza, ganador del premio Planeta, jamás debería ocurrir.

No me quejaré de la temática, ya que si algo necesitaba la Guerra Civil era una mirada hasta cierto punto humorística como la que podría ofrecer Mendoza. De hecho eso me atraía bastante. Pero ahí es donde más falla. Me gustaría decir tantas cosas buenas de este libro, me gustaría tanto recomendar a cualquiera libros de este hombre, haber hecho una crítica en la que quizá seguía a alguno de sus personajes. Pero es que me da igual. Eso es lo malo.

El problema es que parece un libro sin alma, escrito con el piloto automático. De encargo, vaya. De prosa a veces demasiado artificial. Mendoza sabe escribir mejor (o eso creo recordar...) y de forma mucho más apasionada. O quizá ya no, a juzgar por sus últimas obras...

Respecto al premio, dejando de banda por un momento mi opinión, que se puede resumir en "ésta no la premian, y a duras penas la publican, con otro autor", no son pocos los rumores que circulan. Rumores o algo más, pues una pequeña búsqueda por Internet me ha permitido leer la anécdotas suficientes como para no leer jamás otro galardonado.

Que ganarán más dinero dándole un premio a Mendoza que a un completo desconocido, por supuesto. Supongo que "Riña de gatos" será de los más vendidos del año, etcétera etcétera. Pero ha conseguido que mi admiración por Eduardo Mendoza disminuya bastantes enteros...

En fin, a olvidarlo y a otra cosa, no se merece más. De momento, a centrarme en el último de los grandiosos personajes de The Wire. Mi número uno. Huelga decir quién es, ¿no?

Comentarios

  1. De la Torre proper premi Planeta!!! Volem JUSTÍCIA ja(h)!

    ResponderEliminar
  2. T'han dedicat la teva cançó preferida i tot:

    http://gobarbra.com/hit/new-a7f62f6f2e7a9cf487b80f7f4f35569d

    Font: Guillem XD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tan poca vida

Novela imperfecta como un caudal descontrolado que arrastra a su paso ramas, escombros y a todo aquel que se cruce en su camino, con exceso de páginas, de sufrimiento, de personajes y de todo aquello que una gran y ambiciosa obra debe tener. Hanya Yanagihara (Los Ángeles, 1975) empezó a escribir una historia sobre cuatro amigos en Nueva York , sobre cómo evoluciona su relación a lo largo de los años, y finalmente consiguió todo lo que quería y mucho más. Cómo me gustan las historias que avanzan por caminos que inicialmente parecían claros, y que se tuercen, crecen y acaban siendo algo completamente distinto.  Jude, Willem, JB y Malcolm. Difícil olvidarlos si has recorrido las casi 1.000 páginas de este portentoso, extremadamente cruel y extremadamente bello libro. Antes de entrar al detalle sólo recuperaré las palabras con las que se suele promocionar Tan poca vida .  "La novela que hay que leer. Para descubrir... Qué dicen y qué callan los hombres" Eso

Desmontando a Hank Moody

Actitud chulesca. Labios fruncidos. Te mira como si supiera algo más que tú. Algo importante. Pero no sabe una mierda. Él mismo te diría que no hay nada que saber, que se ha tirado la vida buscándolo y al fin lo ha entendido. Que todo es inútil. Se las lleva a todas de calle, con su eterno gesto de hastío. Es el héroe del siglo XXI, el héroe de todos los tipos que sueñan con triunfar sin dar un palo al agua. Es el modelo a evitar, aunque todos lo quieren seguir. Es Hank Moody. Ningún hombre que haya visto Californication no ha querido ser él. Deteniendo su Porsche en cualquier semáforo de Los Ángeles, volviéndose hacia el coche de al lado, mirando por encima de tus gafas de sol al bellezón lleno de silicona que media hora después se revolverá entre las sábanas de su cama. Pero, inmersos en la cuarta temporada de las andanzas de este peculiar escritor, paremos un momento. Intentemos responder a la siguiente pregunta, si es que tiene una respuesta: ¿Quién o qué es Hank Moody?

Nathaniel Samuel Fisher Jr.

El hijo pródigo volviendo a casa. Así empieza Six Feet Under. Así conocemos a Nate, en el aeropuerto, volviendo a Los Ángeles para Nochebuena. Él ya ha recorrido el camino que su hermana Claire todavía ni se atreve a iniciar . Él ya se rebeló en su día. Escogió marcharse de casa y buscarse a sí mismo en otra parte, renegando del negocio familiar. Sin embargo, dos sucesos marcarán su vida desde el momento en que ponga los pies en su ciudad natal. Dos sucesos que lo cambiarán todo. Una muerte primero (su padre), y un nacimiento algo después (Maya) . Nate se ve arrastrado por una marea que le lleva por un camino que jamás habría elegido, pero que poco a poco va aceptando. Vamos viendo su evolución (el cambio de peinado a lo largo de las temporadas, perfecta metáfora) con cierta tristeza. Su inevitable madurez, la pérdida de una frescura que nos atrapó, que nos fascinaba. Veíamos su relación con Brenda, su resistencia a convertirse en su padre... hasta que ya no pudo más y se rindió.