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Entourage, a veces puedes tenerlo todo

Cómo os echaremos de menos...

En el cada vez más vasto (quizá excesivamente vasto hoy en día) panorama seriéfilo, hay series de todo tipo. La mayoría mediocres tirando a malas, algunas buenas y cuatro contadas que se puedan considerar excelentes. Luego están The Wire y Six Feet Under, claro.

Sin embargo, la serie que no es ocupa juega en una liga aparte. En septiembre del año pasado llegó a su fin Entourage, otra absoluta joya de HBO (y van...). Y he considerado más que apropiado retomar mi bitácora, en su vertiente seriéfila, con ella. Por lo que representa. Porque es lo más alejado de The Wire (con la que todo empezó aquí) en robustez de guiones, en mensaje..., pero a la vez comparte tantísimas cosas. Por lo inclasificable. Por lo mágica e irrepetible.

Así, no sería justo hablar de la calidad de sus guiones, de sus interpretaciones, de la factura técnica. No lo haré. Colocarla junto a comedias como 30 Rock, Community, no tiene el menor sentido. Dramas como Breaking Bad, Mad Men, absurdo. ¿Mejor, peor que ellas? Nada. No hay respuesta. Es Entourage.

Entourage es una experiencia deliciosa. Quizá de las series que más he disfrutado, y no será tarea sencilla explicar por qué. A grandes rasgos, puedo decir lo siguiente. Es una serie sobre cuatro amigos que me caen genial, que viven como reyes entre la flor y la nata de Hollywood, y a los que no deseaba más, capítulo tras capítulo, que les siguieran pasando cosas buenas. Amistad. Éxito. Fama. Envidia, la mía por supuesto. Todo eso y mucho más (de los ya icónicos Ari Gold y Drama hablaré en nada).

Quizá sea mentira lo que pregona la serie. Quizá no se puede tener todo. Pero durante media hora, en sus ocho temporadas, podemos creer que sí. Y seguimos al actor Vicent Chase y a su inolvidable séquito en un turbulento viaje hacia la gloria del que somos un pasajero más (no en vano la serie era inicialmente un reality sobre la vida de Mark Wahlberg). Nos abrochamos el cinturón y disfrutamos.


 

Describir Entourage sería, como diría Elvis Costello, "igual que bailar sobre arquitectura". No tiene sentido. Por eso, para el que busque motivos para ver la serie, le recomiendo pasar directamente al vídeo que he añadido al final de este post. Si tras esa media hora no sientes curiosidad, poco podré hacer yo. Por mi parte, decir que ese vídeo me puso la piel de gallina, y me hizo añorar más, si cabe, la serie que jamás me hubiera gustado ver terminar.

Ver a Vincent, Johnny, Eric y Turtle paseando por Los Ángeles, en rodajes, en fiestas salvajes, rodeados de bellezas.Ver irrumpir a Ari Gold como un torbellino. Descubrir los innumerables cameos de figuras de la talla de James Cameron (su Aquaman fue el punto álgido de la serie en mi opinión), Martin Scorsese (nunca me he emocionado tanto en una serie como en el momento en que su llamada rescata a Vincent y a sus amigos del pozo en que se habían hundido... bueno, ya dije al principio que debíamos dejar de banda SFU y The Wire...), Eminem, Scarlett Johansson, Jessica Alba, Matt Damon, LeBron James, Tom Brady... Podría seguir y seguir.

Pero aunque el nivel de sus cameos den una idea de la grandeza de la serie, el gran pilar que la sustenta, sin ninguna duda, son sus secundarios. Dos en concreto.

Y ahora llega el momento de ponerse en pie, pues vamos a hablar de uno de los mejores personajes de la historia de la televisión.


Ari Gold. Es media serie. Es toda la serie. Es... Lo que ha hecho el actor Jeremy Piven es algo digno de estudio. Cada aparición del hiperactivo agente de Vicent era (maldito tiempo verbal...) una promesa del siguiente momento épico. Cada comentario, más descolocante y rompedor que el anterior. Su relación con su asistente gay, Lloyd, coge la corrección política y se mea en ella. La imagen previa, uno de mis momentos preferidos de la serie (me sería imposible hacer una lista de estos, lo siento).

Los tres Emmy que consiguió el actor, una curiosidad antes de ver la serie, se me antojan pocos ahora. Si vuelvo a ver la serie, el motivo principal será oirle maldecir una vez más.


Está bien, eso no es del todo cierto. Pues aunque Ari Gold es mi personaje preferido de la serie, el más querido era, y no podía ser de otro modo, Johnny Drama.

Kevin Dillon ya era un rostro conocido antes de hacer la serie. Sin embargo, hay actores que nacen para un papel, y él desde el primer momento fue, es y será Johnny Drama. Un actor acabado, en su declive, incapaz de rendirse y aferrándose a una última oportunidad que le devuelva a la cima. Recibiendo golpes, siendo ignorado, ninguneado. Luchando por mantener la dignidad mientras ve que el mismo Hollywood que adora a su hermano menor ya ni se acuerda de él.

Cada triunfo de Drama el espectador lo siente como propio, o al menos así me ocurrió a mí. Así como a Vincent le caen los papeles casi por inercia (y si no siempre tiene a Eric, su fiel amigo y escudero), Johnny tiene que luchar con uñas y dientes. Pasar por mil castings con los nervios del principiante. Aceptar lo que sea para no perder su último tren.


El 12 de septiembre de 2011 se emitió el último capítulo de la serie. ¿La cerraron bien? ¿No lo meditaron lo suficiente? ¿Queda la puerta abierta para una película? ¿Para un spin-off de Ari? No seré yo quien responda a estas preguntas. Sólo diré que disfruté cada minuto. Que durante los últimos ocho capítulos sólo podía pensar "¿por qué tiene que acabar?". Que ya añoro Entourage y no hace ni dos días que la acabé.

Remataré con un pequeño ejemplo de lo que es Entourage, con el siguiente vídeo homenaje a esta grandísima serie. Impagable para todos los huérfanos de este grupo de amigos, a los que vemos reunidos junto a los guionistas y creadores de la serie recordando los años que ya quedan atrás, pero que jamás olvidarán, que les han marcado para siempre (emociona el ver que son amigos de verdad).

Y antes de verlo, reproduciré el comentario más votado que aparece en Youtube junto a este vídeo:

"Why did I discovered the show this late! I'd have spent 8 years with Entourage instead of 2 weeks watching it like a drug addict! T.T I miss these guys as if they were my best friends, we used to hang out so often..."

No puedo estar más de acuerdo. 



Comentarios

  1. La verdad es que me alegro que a alguien más le pase lo mismo que a mi. Es más, ayer me enteré que la serie había acabado, aún estoy acabando la tercera temporada, pero me dejado tan mal cuerpo la noticia de que esto tiene un fin que no se si seguir viéndola o dejar los capítulos cual botellas de vino bueno para ocasiones especiales... Nunca me había pasado esto y he visto gran cantidad de series pero esta te hace sentir como parte de la pandilla. Ojala todos se junten en una de las fiestas que muestran en la serie y se den cuenta de lo grande que es la serie y continúen de nuevo con ella.....

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  2. Aunque haya tenido un final indigno, yo tambien la echaré de menos.

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  3. Una de las mejores series que he visto y Ari Gold todo un dios en el panteón televisivo.

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  4. He devorado series en muy poco tiempo pero Entourage se lleva la palma.Cuando descubrí la serie no podía parar,cuando acababa un episodio ya quería saber que pasaba en el próximo.
    No es una de las mejores series de televisión de la historia pero tiene algo especial que lo hace única.No hace ni un año que nos dejo pero ya tengo unas ganas inmensas de ver la película(según se dice se empezará a rodar en enero).
    Magnífica entrada.Saludos

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    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. TIene algo que le hace única, y sobre todo, el personaje de Ari.

      Saludos.

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