Ir al contenido principal

Carnivale, la hija bastarda de HBO


Qué mejor época que el verano para rescatar esas series malditas, apartadas, casi relegadas al olvido excepto para la legión de seguidores que dejaron a su paso. Y aunque la serie ya está más que cancelada, se dedican periódicamente a defenderla y a conseguir nuevos adeptos.

Carnivale sería un ejemplo perfecto de serie maldita, y ha sido mi elección para este sofocante agosto. Emitida por HBO en 2003, cuestiones de presupuesto y un descenso de la audiencia en la segunda temporada la condenaron. Para entonces ya tenía su legión de fans. 50.000 correos electrónicos que el canal recibió en un fin de semana lo certifican.

Es esta una serie curiosa. Extraña. Ambigua y confusa y en ocasiones surrealista. No hace falta más de un capítulo para verlo. Ambientada en la Gran Depresión (año 1929), la exquisita ambientación (incluso para ser HBO es sublime) fascinará a cualquiera que haya leído a Steinbeck. Es un retrato más que notable de una época sucia y triste en la que miles de personas vagaban por esos caminos polvorientos en pos de una vida mejor. Y ahí emerge la feria ambulante (carnivale) que vamos a seguir durante dos años. La mujer barbuda, un carismático enano, una adivina, la encantadora de serpientes, bailarinas... Los personajes que pululan por la feria son a cuál más curioso, y si algo me sabe mal tras haberla acabado, es saber que Jonesy, Samson, Rita Sue y tantos otros se han perdido para siempre.

Pero por encima de la ambientación, por encima de los personajes casi, hay una trama fanstástica, la de una lucha bíblica entre el bien y el mal, que es el motor de la serie, y también, sin ninguna duda, su perdición.



Más de una vez, mientras la veía un capítulo cualquiera, repetía el mismo comentario. Esta serie podría ser una absoluta obra maestra, simplemente siguiendo las peripecias del circo. Hay material de sobra para ello. Todos los personajes de la foto anterior son interesantes, todos tienen sus matices y desde luego son capaces de sostener la historia con sus conflictos.

Sí, sería una serie muy distinta (pues el componente sobrenatural es pilar básico de Carnivale), pero no considero que tenga nada que envidiar a Mad Men o Boardwalk Empire en cuanto a ambientación, fotografía, e incluso personajes (por poner dos ejemplos de series de época). Y teniendo en cuenta que considero Mad Men una absoluta obra de arte (no he escrito sobre ella aún porque no tengo claro cómo plasmar en palabras su genialidad), queda claro que Carnivale me ha gustado, y mucho.

También ayuda, por supuesto, la presencia de este personaje. Samson (Michael J. Anderson, habitual en la filmografía de Lynch), se ha rebelado como un soberbio actor, con tantos registros y matices que la empatía es inmediata. El líder del circo se erige como un grandioso personaje, elevándose por encima de casi todos sus compañeros. Sólo puedo fanstasear sobre qué habría sido Carnivale si hubieran centrado la serie en él.



Pero sobre los personajes de la serie me centraré en un siguiente post que pienso hacer, centrándome en los que considero más interesantes. Al fin y al cabo, este post está más centrado en hacer una pequeña reseña, e intentar animar a los indecisos (vale la pena, y mucho). El siguiente será para los (como yo) húerfanos.

Así, serán cinco los elegidos. Rita Sue, por supuesto (quizá el más realista y desgarrador personaje). Samson. El alma de Carnivale, su razón de ser. Lodz, la magia y la zona gris por donde se mueve la serie. Y finalmente Justin, soberbio y ambiguo y terrorífico personaje, y su antagonista, Ben Hawkins.



Sobre éste duo protagonista recaen las únicas pegas que le puedo achacar a la serie. Incluso diría, para especificar más, que todas mis críticas recaen en Ben Hawkins. Un personaje desaprovechado, descuidado en un guión del que tendría que ser el centro (entiendo que sus fascinantes compañeros le quiten protagonismo, pero...), y con un actor que en ningún momento está a la altura.

Odiosa comparación con su archienemigo, un increíble padre Justin, en un papel de Emmy o de Globo de Oro. Un papel inolvidable (genialmente secundado por su hermana Iris y el reverendo Norman, una de mis debilidades en la serie).



En conclusión, Carnivale es una serie para dejarse envolver. Disfrutar de cada minuto de una factura impecable, que nos transporta a una época llena de sueños rotos y almas perdidas con una perfección pocas veces vista siquiera en cine. Disfrutar de unos personajes inolvidables que intentan sobrevivir rodeados de una magia que pocos comprenden pero que los envuelve y los guía. Y de otra que los amenaza...

Disfrutar de cada sueño (de un surrealismo cercano a Six Feet Under o Twin Peaks), cada mensaje cifrado que nos hace avanzar en un camino polvoriento hacia la siguiente ciudad. Una tras otra. Sin fin, sin más meta que la de ir tirando. Sin esperanzas más allá de ser acogidos allá donde lleguemos, y allí despertar a sus habitantes del sueño en el que viven, aunque sea durante unas horas...

Eso es Carnivale.


Comentarios

  1. Siempre tendré esta serie en un rincón de mi corazón y como me cautivaron sus personajes y su historia. Ese mundo de los freak shows se vuelve una maravilla con mil matices por descubrir. Una de las mejores series de HBO

    ResponderEliminar
  2. Junto a Deadwood, las dos grandes series de HBO que no pudieron llegar hasta donde deberían haber llegado. Una maravilla. Se fue cuando mejor estaba. Sin duda la serie que obligaría a los ejecutivos de HBO a retomar bajo amenaza de muerte.

    Estaré pendiente de tus post sobre sus personajes.

    ResponderEliminar
  3. Curiosamente, también he elegido este verano para volver a ver Carnivàle... y me sigue pareciendo la misma maravilla que la primera vez!!
    Suscribo totalmente todo lo que dices (aunque soy un poco más benévola con Ben), y si me permites, añado, para el que quiera verla por primera vez, que lo haga en VO: esas voces (sobre todo la de Clancy Brown), no pueden perderse en un doblaje, por muy bueno que sea!

    ResponderEliminar
  4. Sinceramente hablando, me encanta esta serie más que las otras HBO series y me da mucho gusto que más gente que lo valora.

    ResponderEliminar
  5. Ojalá series tan buena como esta no tuvieran que pensarse tanto para difundirse HBO Series sinceramentees una maravilla

    ResponderEliminar
  6. Es una lástima que haya quedado inconclusa..!! Prometía mucho la serie en cada capítulo.!! SOLAMENTE nos toca esperar si vuelven a retomar la versión. Ya que nos transportaba en cada capítulo a otras épocas.! Y nos ponía nostálgicos en épocas que nunca volverán..!!

    ResponderEliminar
  7. Me cuesta mucho centrarme en una serie ,esta me fue envolviendo sabiendo de antemano que no tenia final, confié en que mi opinión fuera la misma que los de HBO y simplemente al acabar pensase ,se acabo como tantas otras series sin trasfondo de las que hacen 5 o mas temporadas...pero no y no entiendo como una serie con tantas posibilidades ,distinta a todo lo que he visto ,con personajes tan carismáticos acaba siendo cancelada...Lo bueno por desgracia muchas veces no mueve masas ni grandes audiencias pero te diferencia de lo vulgar. Lastima

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tan poca vida

Novela imperfecta como un caudal descontrolado que arrastra a su paso ramas, escombros y a todo aquel que se cruce en su camino, con exceso de páginas, de sufrimiento, de personajes y de todo aquello que una gran y ambiciosa obra debe tener. Hanya Yanagihara (Los Ángeles, 1975) empezó a escribir una historia sobre cuatro amigos en Nueva York , sobre cómo evoluciona su relación a lo largo de los años, y finalmente consiguió todo lo que quería y mucho más. Cómo me gustan las historias que avanzan por caminos que inicialmente parecían claros, y que se tuercen, crecen y acaban siendo algo completamente distinto.  Jude, Willem, JB y Malcolm. Difícil olvidarlos si has recorrido las casi 1.000 páginas de este portentoso, extremadamente cruel y extremadamente bello libro. Antes de entrar al detalle sólo recuperaré las palabras con las que se suele promocionar Tan poca vida .  "La novela que hay que leer. Para descubrir... Qué dicen y qué callan los hombres" Eso

Nathaniel Samuel Fisher Jr.

El hijo pródigo volviendo a casa. Así empieza Six Feet Under. Así conocemos a Nate, en el aeropuerto, volviendo a Los Ángeles para Nochebuena. Él ya ha recorrido el camino que su hermana Claire todavía ni se atreve a iniciar . Él ya se rebeló en su día. Escogió marcharse de casa y buscarse a sí mismo en otra parte, renegando del negocio familiar. Sin embargo, dos sucesos marcarán su vida desde el momento en que ponga los pies en su ciudad natal. Dos sucesos que lo cambiarán todo. Una muerte primero (su padre), y un nacimiento algo después (Maya) . Nate se ve arrastrado por una marea que le lleva por un camino que jamás habría elegido, pero que poco a poco va aceptando. Vamos viendo su evolución (el cambio de peinado a lo largo de las temporadas, perfecta metáfora) con cierta tristeza. Su inevitable madurez, la pérdida de una frescura que nos atrapó, que nos fascinaba. Veíamos su relación con Brenda, su resistencia a convertirse en su padre... hasta que ya no pudo más y se rindió.

The Good Wife, la buena serie

Hablar de series hoy en día es tan sencillo como superfluo y ventajista, en la mayoría de los casos. Alabar Breaking Bad, Mad Men, Boardwalk Empire o Treme, maravillarnos por las perlas inglesas (ojo al inminente estreno de la segunda de Black Mirror), es el equivalente contemporáneo a los que en el siglo XVIII te decían, tienes que escuchar a ese tipo, sí, ya verás, ese tal Mozart... Para las Grandes series, la cosa es tan sencilla como decir esto. Deja de leer, descarga los primeros cinco capítulos y míralos. Si no te ha enganchado, cosa bastante probable, dale algunos más. Luego vuelves, me das las gracias y me creo que este blog sirve para algo. Pero volviendo al ejemplo de Mozart, no todos los compositores son él. Otros se esfuerzan tanto o más en crear melodías deliciosas que pocas veces llegarán a nuestros oídos, o si llegan, será de pasada y ni por un casual se nos quedará su nombre. Diremos, "esto suena bien", pero pasaremos a otra cosa. La eterna maldic