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Mostrando entradas de 2019

El poder del perro, el infierno somos todos

Mientras devoraba las páginas de esta monumental obra (monumental en extensión y desde luego en ambición) no dejaba de pensar, sumido en un estado que podría oscilar entre el aturdimiento y la fascinación, que ha llegado un punto en este desatado siglo XXI, en que nos hemos insensibilizado por completo antes hechos que deberían ser intolerables .  El poder del perro ( Don Winslow, 2005)   es la historia de una obsesión. La obsesión de un agente de la DEA, Art Keller, por erradicar, si no el tráfico de droga (una tarea que, después de leer este libro, se antoja hilarante), al menos la cabeza visible. Y mediante la figura de Adán Barrera, el villano de una obra que mucho tiene de western , se materializa y toma forma un mundo difuso y lleno de grises donde policía y delincuentes se entremezclan en un México que lejos del lirismo que podría tener McCarthy, es seco, cruel, frontera y tumba, paraíso e infierno. En la primera escena, que nos golpea cuando todavía tanteamos el te

Bojack Horseman, una simple joya

Desde hace tiempo se hacía necesario incluir a BoJack Horseman en el catálogo de recomendaciones del blog. La mejor serie de Netflix para un servidor, y una de los mejores que hoy en día puede disfrutarse entre la amplísima (¿excesiva?) oferta, y que nos hace descartar joyas como ésta por ser de animación . Con 5 temporadas a sus espaldas, y las que le quedan, se ha erigido por méritos propios en mi gran debilidad. Definir esta serie, etiquetarla, es una tarea tan absurda como hacerlo con otras que ya forman parte del imaginario colectivo. Mad Men va sobre publicistas. Los Soprano sobre mafiosos o Six Feet Under sobre una funeraria. Entonces Bojack Horseman es una serie de dibujos sobre un caballo que es una antigua estrella de televisión. Pero si todas las otras son lo son, es porque partiendo de ahí, llegan a lugares donde sólo una extrema sensibilidad o quizá el genio pueden llegar. Y pulsan teclas que sólo las grandes obras, las inmortales, se atreven a tocar . BoJack Hor