Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2013

"Victus", por esto celebramos una derrota

Todavía resuena en mis oídos el estruendo de la última carga. Luego la oscuridad, mientras repito una y otra vez La Palabra. La redención de nuestro antihéroe, al que hemos seguido a través de una cruenta y absurda guerra hasta esta Barcelona sitiada. Hasta este 11 de septiembre de 1714. Con Sant Jordi a la vuelta de la esquina, el movimiento independentista en pleno auge y un referéndum inminente en el horizonte, no se me ocurre mejor momento para la aparición de un libro como éste. Ya hace meses que se publicó, pero el boca a boca me hizo toparme con él hará un par de semanas. Devorarlo es quedarse corto. Y es que Albert Sánchez Piñol ha conseguido algo magnífico. Algo que se puede resumir en una palabra. Épica . Se agradece que alguien nos enseñe que, aunque ahora parezcamos cobardes borregos, alguna vez no lo fuimos. De la mano de Martí Zuriviría, ingeniero formado en Francia por el ingeniero militar Sebatien Bauvan, que se ve involucrado en la que Sánchez Piñol no duda en

Hank Moody, morir como un héroe o vivir en la mediocridad

Todo lo desgasta el tiempo. Los profetas que un día seguimos con los ojos cerrados empiezan a tambalearse, nos hacen dudar. Ellos no han cambiado, su discurso tampoco. Nosotros sí. Seis temporadas después, Hank Moody sigue exactamente igual que el primer día . Lo que nos hizo adorarle, envidiarle, todavía está ahí. Pero sus frases suenan a rancias, suenan a mentira después de todo lo vivido. No puede seguir diciendo lo mismo. Pero lo hace. Y así, el que antes despertaba pasiones, se ha vuelto otro charlatán al que siguen sus cuatro fieles, y poco más. Hank Moody fue un símbolo un día no demasiado lejano . Su carácter, su pose, su naturaleza de triunfador fracasado le elevó a los altares. Todos queríamos ser Hank Moody. Todos queremos, vale. Pero eso ya no es suficiente. Queremos ser lo que un día representó. O creímos que representaba. Seis temporadas después, Hank Moody no es más que un personaje de una serie agradable , para los que todavía sonríen con algunas de sus ocurrenci