De la misma forma que destacaba la importancia de los secundarios en mi anterior entrada, existe un tipo de series en las que el carisma del protagonista eclipsa todo lo demás . Hoy toca hablar de la vuelta de dos de ellas. Series donde todos los focos apuntan al mismo rostro. Y es que poco pueden hacer los demás cuando tienen al lado a un Hugh Laurie en absoluto estado de gracia regalándonos el Sherlock Holmes del siglo XXI, o de un monstruo fascinante como es el Dexter Morgan de un Michael C. Hall que, por imposible que parezca, nos hace olvidar su inolvidable papel de David en Six Feet Under. Pero es que House y Dexter son dos personajes que han revolucionado el mundo de las series . Mucho ha cambiado el panorama desde que irrupieron, y ahora, encarando su octava y sexta temporada, respectivamente , la misma pregunta se plantea para ambos. ¿Ha llegado la hora de poner punto y final a sus andanzas, o aún les queda cuerda para rato a estos dos viejos rockeros de la televisión?
I wish I could write you a melody so plain that would hold you dear lady from going insane...